LA DANZA MODERNA
La danza moderna no es más que la evolución natural de la danza clásica y la cual sufren todas las expresiones artísticas, donde siempre existen corrientes que prefieren seguir con lo clásico y otras que por el contrario aplican nuevas tendencias y crean nuevos estilos.
Los primeros cuestionamientos hacia el ballet clásico y la aparición de nuevas formas surgen hacia fines del siglo XIX, donde se procura dejar de lado los aspectos técnicos más rígidos para dar paso a otras vertientes.
Una de las grandes impulsoras de estos cambios fue la bailarina estadounidense Isadora Duncan, quien criticó varios aspectos de la danza clásica, a la cual consideraba como algo demasiada estructurada y por ello propone dotar la danza de movimientos que sean más naturales.
La incorporación de los pies descalzos en la danza moderna era la vuelta a la naturalidad y al estrecho contacto con el suelo, dando mayor libertad a los bailarines, además de más comodidad.Isadora Duncan se dedicó a promover estas nuevas técnicas y su éxito fue muy importante, creando escuelas en las ciudades de Berlín, París y Moscú. Un aspecto innovador de la danza moderna es la música que se elige como acompañamiento, incorporando ritmos más modernos, así como también participaciones cantadas por parte de los bailarines. Esta danza es mucho más abierta y permite la incorporación de nuevos movimientos, donde la creatividad está puesta al servicio de los espectáculos y se agregan nuevos elementos estéticos. | |
Forma de danza escénica característica del siglo XX. El ballet moderno floreció principa
Características
La danza moderna, que se inició como una reacción contra el ballet clásico, se define quizás, con más facilidad, por lo que no es que por lo que es. Sin embargo, existen algunos rasgos comunes a todas las piezas de danzas modernas, enormemente variadas, creadas durante el siglo XX.
El coreógrafo-bailarín
En la danza moderna la tendencia general es que un mismo artista actúe como coreógrafo y como bailarín, y frecuentemente también como escenógrafo, iluminador y diseñador de vestuario. En contraste, durante los últimos 300 años del ballet, rara vez los coreógrafos han continuado bailando cuando estaban en la cima de su carrera profesional. A diferencia de los coreógrafos de ballet que cuentan con un lenguaje de pasos codificados, los bailarines modernos crean su propio lenguaje; y así, casi siempre consideran una práctica necesaria el coreografiar y bailar.
Creación de un lenguaje de danza
Como un lenguaje de danza implica elementos como la postura y el uso del peso del cuerpo y la índole de los movimientos (sinuosos, angulosos, etc.) —así como los movimientos específicos de la cabeza, torso, manos, brazos, piernas y pies— la mayoría de los creadores de danza moderna consideran esencial examinar su movimiento y desarrollar teorías sobre sus orígenes. Dentro de su estilo suelen hacer referencia a la dinámica física que rige los movimientos de la danza, como el papel que desempeña la ley de la gravedad, la respiración o la columna. Las teorías pueden referirse a tradiciones étnicas y a otras que no tengan que ver con el ballet.
Utilización del espacio
De acuerdo con el lenguaje convencional del ballet, los movimientos del bailarín están desarrollados partiendo de la orientación básica de situarse frente al público en la parte delantera del escenario. Al mismo tiempo, el intérprete mantiene una postura erguida y una posición abierta, esto es, las piernas giradas hacia fuera desde las caderas. Los bailarines modernos, en contraste, normalmente mantienen una orientación multidimensional en el espacio escénico. Sus acciones utilizan todas las dimensiones del espacio: a menudo los bailarines se colocan de lado o de espaldas al público, no siempre se mantienen erguidos y ejecutan algunos movimientos tendidos en el suelo o sentados. A pesar de la gran variedad de los estilos de la danza moderna, todos dan siempre gran relevancia al peso del cuerpo, mientras que en el ballet clásico el bailarín debe dar siempre la impresión de no encontrarse sujeto a la ley de la gravedad.
Relación con la música
Otra de las peculiaridades de la danza moderna es la relación del movimiento con la música. Es típico en el ballet tradicional que los impulsos y el acento del movimiento vayan paralelos al ritmo de la música. Este paralelismo puede encontrarse en la danza moderna, pero no siempre es así. Puede ser que la danza sea creada primero y la música después, subrayando los impulsos del movimiento, o incluso el climax del movimiento puede ir en sentido inverso al ritmo de la música. Incluso puede no existir música y que lo único que se oiga sean los sonidos de los movimientos del bailarín en una atmósfera de silencio. (De hecho, esta relación independiente de la música y de la danza moderna ha influido en algunos ballets contemporáneos).
Historia
Podemos dividir la historia de la danza moderna en tres periodos: el primero iniciado alrededor de 1900, el segundo en 1930 y el tercero al finalizar la II Guerra Mundial en 1945.
lmente, en aquellos países que carecían de una fuerte tradición balletística. Aunque la danza moderna es originaria de Europa, en 1930, Estados Unidos se convirtió en el centro para la experimentación de la danza. La mayor parte de las primeras piezas eran solos de gran sencillez pero muy efectistas, distintas a cualquier tipo de danza conocida, ya que en ese tiempo el baile estaba dominado por los últimos ballets del siglo XIX que se caracterizaban por los grandes elencos, por una gran variedad de piezas bailadas y por espectaculares efectos escénicos. Pero tampoco el ballet fue siempre tan monumental, y así como el ballet ha evolucionado a través de los siglos como una tradición cambiante, lo mismo ha hecho la danza moderna durante su corto periodo de existencia.
Características
La danza moderna, que se inició como una reacción contra el ballet clásico, se define quizás, con más facilidad, por lo que no es que por lo que es. Sin embargo, existen algunos rasgos comunes a todas las piezas de danzas modernas, enormemente variadas, creadas durante el siglo XX.
El coreógrafo-bailarín
En la danza moderna la tendencia general es que un mismo artista actúe como coreógrafo y como bailarín, y frecuentemente también como escenógrafo, iluminador y diseñador de vestuario. En contraste, durante los últimos 300 años del ballet, rara vez los coreógrafos han continuado bailando cuando estaban en la cima de su carrera profesional. A diferencia de los coreógrafos de ballet que cuentan con un lenguaje de pasos codificados, los bailarines modernos crean su propio lenguaje; y así, casi siempre consideran una práctica necesaria el coreografiar y bailar.
Creación de un lenguaje de danza
Como un lenguaje de danza implica elementos como la postura y el uso del peso del cuerpo y la índole de los movimientos (sinuosos, angulosos, etc.) —así como los movimientos específicos de la cabeza, torso, manos, brazos, piernas y pies— la mayoría de los creadores de danza moderna consideran esencial examinar su movimiento y desarrollar teorías sobre sus orígenes. Dentro de su estilo suelen hacer referencia a la dinámica física que rige los movimientos de la danza, como el papel que desempeña la ley de la gravedad, la respiración o la columna. Las teorías pueden referirse a tradiciones étnicas y a otras que no tengan que ver con el ballet.
Utilización del espacio
De acuerdo con el lenguaje convencional del ballet, los movimientos del bailarín están desarrollados partiendo de la orientación básica de situarse frente al público en la parte delantera del escenario. Al mismo tiempo, el intérprete mantiene una postura erguida y una posición abierta, esto es, las piernas giradas hacia fuera desde las caderas. Los bailarines modernos, en contraste, normalmente mantienen una orientación multidimensional en el espacio escénico. Sus acciones utilizan todas las dimensiones del espacio: a menudo los bailarines se colocan de lado o de espaldas al público, no siempre se mantienen erguidos y ejecutan algunos movimientos tendidos en el suelo o sentados. A pesar de la gran variedad de los estilos de la danza moderna, todos dan siempre gran relevancia al peso del cuerpo, mientras que en el ballet clásico el bailarín debe dar siempre la impresión de no encontrarse sujeto a la ley de la gravedad.
Relación con la música
Otra de las peculiaridades de la danza moderna es la relación del movimiento con la música. Es típico en el ballet tradicional que los impulsos y el acento del movimiento vayan paralelos al ritmo de la música. Este paralelismo puede encontrarse en la danza moderna, pero no siempre es así. Puede ser que la danza sea creada primero y la música después, subrayando los impulsos del movimiento, o incluso el climax del movimiento puede ir en sentido inverso al ritmo de la música. Incluso puede no existir música y que lo único que se oiga sean los sonidos de los movimientos del bailarín en una atmósfera de silencio. (De hecho, esta relación independiente de la música y de la danza moderna ha influido en algunos ballets contemporáneos).
Historia
Podemos dividir la historia de la danza moderna en tres periodos: el primero iniciado alrededor de 1900, el segundo en 1930 y el tercero al finalizar la II Guerra Mundial en 1945.
Antes de fin de siglo XIX, confía el cambio de la danza por el desarrollo tecnológico e industrial de la sociedad.
Cuestionamientos en la danza clásica, el ballet clásico se convierte, por los temas y las formas de la danza que ya, para eso entonces, habían caído en un rigor técnico.
La búsqueda de ésos cambios vino de la mano de Isadora Duncan, norteamericano que propone los movimientos sin el rigor de la técnica, sin el uso de los deslizadores del extremo, él son ya ido ellas las menciones: “Son instrumentos verdaderos de la tortura.”
Con los pies descalzos y de la vuelta al naturalismo este gran artista utilizó el cuerpo de la manera plástica, siendo inspirado por actitudes de las posiciones y gestos del arte griego, que admiró siempre en su arquitectura y cerámica que te daban a la danza moderna un principio dinámico de la extensión-relajación y de la libertad total para la creación del movimiento. Isadora Duncan fundó escuelas en Berlín, París y Moscú.
BIBLIOGRAFIA: